Goni impactó el domingo en la isla de Catanduanes y la vecina provincia de Albay, en la más poblada isla de Luzón, en la costa este del archipiélago de Filipinas, con vientos de hasta 225 km/h.
Los violentos vientos y la torrencial lluvia derribó postes de electricidad y provocó inundaciones y deslizamientos de tierra que sepultaron viviendas a medida que Goni avanzaba hacia la parte sur de Luzón.
El tifón perdió intensidad mientras bordeaba la capital, Manila, y se dirigía hacia el mar de China Meridional.
“Estamos horrorizados por la devastación provocada por este tifón en muchas áreas, incluidas la isla de Catanduanes y Albay”, dijo el presidente de la Cruz Roja de Filipinas, Richard Gordon, en un comunicado.
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